La biblioteca Viipuri esta conformada por dos volúmenes alargados que se intersectan en las áreas comunes de la biblioteca como son la entrada y la escaleras. Esta se ve atraves de la fachada acristalada, al igual que el vestíbulo de acceso al auditorio, salas de lectura y por último la biblioteca para niños.
La preocupación principal del arquitecto siempre fue el concebir el volumen como una unidad armónica, funcional y estética. Sin embargo, el funcionalismo que se presenta como una característica de la vida moderna, no se manifiesta en la biblioteca como un racionalismo frío, impersonal y geométrico, sino a través de líneas suaves y ondulantes.
El empleo de distintos materiales en su edificación, como son: el aluminio, cristal y maderas de diversas texturas y tonalidades, producen mayor calidez al edificio a comparación de cómo se ve reflejado el modernismo en otros arquitectos.
En cuanto a las fachadas se nota la articulación entre ellas, logrando así que los muros recubiertos atenúan la severidad de líneas y ángulos buscando y concibiendo fuentes de luz, junto con el mobiliario permiten que exista un ambiente cálido y humano.
El arquitecto observó que los usuarios de este edificio disfrutaban de elementos arquitectónicos como son los soleados balcones, los cuales se encontraban abiertos hacia las más interesantes vistas; por tal motivo, el arquitecto se motivó en la decoración y el diseño de los muebles, los cuales son característicos ya que casi siempre son de madera laminada.