Slava Polunin trae a México su aclamado espectáculo “Slava´s Snowshow”, con el cual se acerca de una manera muy diferente a la tradición circense.
La expectativa de ver en escena a un payaso implica pensar en risas y burdas payasadas. Sin embargo, Slava a través de su show nos lleva a cuestionamientos personales, interpretaciones de su arte.
A través de distintos actos, de diferentes duraciones y complejidad escenográfica, va presentado temas que implican una disposición abierta e intelectual para absorberlos. Los ambientes, que surgen de los actores son de melancolía y de esperanza. Los actores se conforman por el personaje principal; Slava y otros 10 o 12 que van vestidos en sobrios trajes verdes, con caras tristes y unos gorros peculiares que parecieran unas largas orejas extendidas. Juntos, plantean escenas que revocan a los sueños. La lógica, si es que la hay, no es descifrable a simple interpretación. Las escenas son interrumpidas, continuadas a otras al parecer completamente nuevas o ajenas.
Aún cuando en momentos surgen gestos humorísticos, no considero que sea una obra para reír, creo que lo que hace es brindarnos a lo largo del show un desprendimiento de nuestra búsqueda por hacer coincidir razones, y nos libera. Nos permite interpretar a gusto y conveniencia de uno lo que sucede.
A mi interpretación, Slava´s Snowshow es una representación de los sueños. Es la historia de un niño que va soñando, cuestionando sus sueños. Habla del estableciomiento de una cercana relación a los sueños. Un simbolo de esperanza. La posibilidad de hacer nevar. Alcanzar los sueños.