La Bauhaus influyó poderosamente en la Arquitectura Moderna, a tal grado de marcar la pauta. Simultáneamente, se creó una nueva estética. La Bauhaus sentó las bases normativas de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico; puede decirse que antes de la existencia de la Bauhaus estas dos profesiones no existían tal y como fueron concebidos.
Personalidades como Charles Édouard Jeanneret y Frank Lloyd Wright fueron inspirados por este movimiento y plasmaron sus obras en Europa y EEUU. Estas dos personas, junto con Gropius y Miës van der Rohe son considerados como padres de la Arquitectura Moderna y sus hermosas edificaciones siguen asombrando al mundo entero hasta la fecha.
Sin duda se establecieron los fundamentos académicos sobre los cuales se basaría en gran medida una de las tendencias más predominantes de la nueva Arquitectura Moderna, incorporando una nueva estética que abarcaría todos los ámbitos de la vida cotidiana: desde la silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo
El estilo de la Bauhaus se caracterizó por la ausencia de ornamentación incluso en las fachadas, así como por la armonía entre función y forma (incluyendo en la forma los medios artísticos y las técnicas de elaboración). Con su diseño de edificios rectangulares de concreto y cristal se intensificó la funcionalidad y la nueva estética basada en la exposición de materiales básicos.
La importancia y trascendencia de la Bauhaus reside precisamente en esta conjunción entre la función y la forma que permitieron a la escuela, sentar las bases de la arquitectura moderna, que aún hoy siguen vigentes, pues setenta y cinco años después, sus conceptos de jerarquías, modulaciones, proporciones etc. aún se aplican.