Al analizar un proyecto 40 años después de su construcción tenemos la ventaja de conocer realmente cuál fue su resultado. En el caso del multifamiliar Benito Juárez, por ejemplo, sabemos que la integridad estructural del edificio no resiste temblores como el de 1985 ya que en este temblor se cayeron gran parte de las construcciones dentro del multifamiliar.
Podemos estudiar y conocer los límites proyectuales de la modernidad con los que Mario Pani jugaba. Conocemos los aciertos y los errores, existen ideas muy rescatables como las circulaciones dentro de los edificios cada tercer nivel y la densidad que se propone dejando grandes áreas libres, sin embargo, también hay defectos: el multifamiliar homogeneiza al individuo, se enfatiza la máquina de vivir como un absoluto sin tomar en cuenta las diferentes idiosincracias de los usuarios y, a pesar de que trata de generar usos mixtos, sólo logra segregarlos en pequeños nodos alejados unos de los otros sin mayor comunicación entre sí más que pequeños caminos.
Por otro lado, la separación entre el sistema de circulaciones vehiculares y peatonales resulta en un ambiente agradable, los paseos arbolados pueden ser atractivos y las distancias entre estacionamientos y edificios no es muy grande, son cosas que se pueden mantener, respetar y re-utilizar.
Con este análisis póstumo del multifamiliar Juárez, resulta lógico proponer una serie de intervenciones que buscan mejorar las conocidas deficiencias del conjunto y respetar y enfatizar los aciertos existentes al aprovecharse de ellos como infraestructura para un nuevo proyecto.
Propongo una serie de parásitos que, como su nombre lo indica, vivan de las instalaciones, servicios y circulaciones de los edificios ya existentes, se aprovechara de los aciertos antes mencionados del conjunto existente para generar nuevos espacios y usos dentro del conjunto. Los parásitos también funcionarán como contrafuertes para reforzar la estructura actual de los edificios, los parásitos tendrán una nueva estructura propia que apoyará a la ya existente.
Por medio de los parásitos se busca vincular espacios ya existentes, generando verdaderos usos mixtos, dentro del parásito existirán departamentos, gimnasios, restaurantes, áreas libres, guarderías y otros servicios públicos. Su forma exterior le dará identidad a los edificios haciéndolos reconocibles y permitiendo que la gente se apodere de su entorno y su hábitat.
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