Arquitectura contemporánea, un nuevo valor por las obras

Universidad Nacional Autónoma de México

El siglo XX puso a México, por primera vez en su historia, ante la posibilidad de ser contemporáneo de las naciones que decidían la orientación de la arquitectura en el mundo. Se creía que obras tan impactantes y complejas solo podían ser proyectadas por extranjeros. Por esto surge una búsqueda por el nacionalismo y la identidad.

La Arquitectura Mexicana contemporánea se caracteriza por un conjunto de facciones modernistas como lo es la plástica lineal de los volúmenes, los grandes ventanales longitudinales o el funcionalismo extremado. Nacida en la segunda mitad del siglo XX, se diferencia de todo tipo de Arquitectura existente puesto que utilizando referencias del movimiento moderno no hace uso de típico lenguaje neocolonial y californiano de las ciudades que lo circundan. El muralismo y el funcionalismo son algunas de las principales tendencias de esta arquitectura.

Manfredo Tafuri y Francesco dal Co, al hablar del art nouveau expresan que allí había sólo una “resistencia sublime”, una actitud inconsciente de “celebrar más la extinción de un mundo que la aparición de nuevos horizontes”, ya que la Revolución mexicana de 1910-17 no permitiría la sobrevivencia de muchos vestigios del pasado en la cultura.

La década de 1920 fue de nuevos horizontes en todas las artes, México se encontraba abierto a la posibilidad de un Renacimiento. Los edificios comienzan a ser obras que pueden pasar al mismo tiempo la prueba de la modernidad y la de su adaptación a la tradición local.

El primero en advertir esto fue Carlos Obregón Santacilia, autor de obras historicistas y cosmopolitas, quien consigue en el edificio de la Secretaría de Salud (1928) una síntesis original en este camino.

De la oficina de Obregón Santacilia salen tres grandes arquitectos: José Villagrán, Juan O’Gorman quien abre el camino a un nacionalismo no historicista y Enrique del Moral, autor de casas de las décadas de 1930 y 1940 que combinan los volúmenes del neoplasticismo holandés y la arquitectura popular mexicana.
A mediados del siglo, surge el conjunto más ambicioso de la modernidad mexicana:

La Ciudad Universitaria (1950-52) de los arquitectos Del Moral y Mario Pani.

Dentro del conjunto se encuentran obras muy importantes y lo que más se apreciaba de ellas era que los creadores habían sabido fundir perfectamente el lenguaje moderno y la tradición arquitectónica mexicana, especialmente la prehispánica

En la ruta abierta por Del Moral, Luis Barragán consigue el mayor de los éxitos, su propia casa construida en 1947 es una de las obras más famosas de la arquitectura mexicana de este siglo. Sin embargo la arquitectura de vivienda es menos espectacular que la de grandes edificios públicos.
Mas adelante en 1968, Ricardo Legorreta se podría decir que es el continuador de Barragán. Este gran arquitecto en las décadas de 1970 a 1990 es el protagonista del fin de siglo mexicano, al lado de arquitectos de vocación monumental como Agustín Hernández, Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky.

Todos estos arquitectos pueden servir como ejemplo de la vigencia del camino planteado por primera vez a la arquitectura mexicana en la década de 1920.

Una muestra de la madurez alcanzada por la arquitectura contemporánea de México es la creciente conciencia pública del valor de obras.

http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/5190-El-siglo-del-M%E9xico-contempor%E1neo-en-la-arquitectura

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=294762

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