“Los deberían matar desde antes que nacieran”
Durante la primera mitad del siglo XX México se abría al mundo como una nación moderna. Una nación llena de vigor y dinamismo. Teniendo una de las capitales más cosmopolitas y bellas, la Ciudad de México era tan majestuosa como París, Londres y Nueva York. Lamentablemente toda gran urbe también trae consigo pobreza, desigualdad y violencia. Al parecer eso es algo que todos hemos olvidado.
No ha habido mejor obra que capture esta esencia como Los Olvidados de Luis Buñuel, quien a pesar de duras críticas y censuras, simplemente se remite a representar una realidad. Una realidad que nos muestra como un grupo de jóvenes trata de crecer en los suburbios de la ciudad. La injusticia de la vida y la dificultad de crecer en esta. La tragedia y el fatal destino que parece esperarnos a todos.
Al analizar los personajes encontramos claramente reflejado lo anterior:
El Ciego representa el sector senil y discapacitado de la sociedad. Por sus condiciones físicas no puede ser un sujeto productivo a pesar que intenta mantenerse activo, su única opción es quedar relegado, divirtiendo y amenizando con música a la gente. En todo momento añora los tiempos viejos de Don Porfirio donde todo parecía ser mejor. Irónicamente parece ser que es el único personaje que entiende la perversión de este mundo.
El personaje de Ojitos es un niño que es amparado por el Ciego. Es el personaje más inocente e ingenuo de todos. Tan ingenuo que cree en la magia. Es caracterizado en la historia desde un inicio como un indio con cara llorosa, pasivo y obediente. No es de extrañar que sea la contraposición del Ciego y pareciera que una vez juntos pudieran ser una persona completa. La única persona a quién le tiene cariño es a Meche, el único personaje femenino que no es adulto.
Ella, bajo la tutoría de su abuelo se encarga de ayudar en las tareas domésticas de la casa-corral. A pesar de ser tierna nunca deja que abusen de ella. El único momento en el que Ojitos parece tener iniciativa es cuando Jaibo abusa de ella. Ellos forman un vínculo fuerte que es roto cuando Ojitos tiene que huir al enfrentarse ante el Ciego. El papel de Meche es ser un objeto de deseo.
Jaibo se podría decir que es el personaje más moderno de la historia. Criado por la crueldad de los suburbios es el único personaje libre de culpa y el más dinámico. No conoce a sus padres y no tiene nombre. No hay nada que lo ligue al mundo antiguo. Lo más cercano a esto es el sueño que revitaliza la madre de Pedro y que sirve finalmente como un puente para acostarse con ella. Desde un inicio se encuentra en movimiento, escapa de la correccional, consigue dinero de cualquier forma, golpea al Ciego y mata a Julián y a Pedro.
Este último es otro de los personajes centrales de la historia. Se encuentra en el dilema sobre ser un niño bien portado o uno de la calle. Este dilema entre el bien y el mal es representado por medio de los pájaros de una manera ejemplar. Desde el momento de la limpia muestra esta lucha entre dos fuerzas, en sus sueños y finalmente en su muerte. Es un personaje maleable e inteligente. Esto lo podemos ver porque es fácilmente corrompido, acepta prostituirse y es cómplice de todas las fechorías de Jaibo; sin embargo también tiene iniciativa y un buen corazón. En un inicio es él quien le da de comer a Ojitos.
