oleo sobre tela, Zaha Hadid. fuente: www.core77.com
Adolf Loos decía que: «sólo hay una pequeña parte de la arquitectura que pertenezca al arte: el monumento funerario y el monumento conmemorativo. Todo lo demás, lo que sirve para un fin, debe quedar excluido del reino del arte.» Las palabras del seminal arquitecto modernista representan un postura radical frente al eterno debate sobre la catalogación de la arquitectura como arte. El tema es controvertido, pues la clsificación puede ser tanto peyorativa como favorable dependiendo del contexto. Hay quienes optan por denominar a la arquitectura como un oficio que requiere perfeccionamiento de la técnica a través de la práctica y estudio; pero es la inlcusión de nuestra persona y experiencia de vida en la obra lo que puede elevarla al nivel de arte sin importar con que tipología se este trabajando.
Con mayor frecuencia de la deseada, la gente ajena a este campo, me exponen sus premeditadas conclusiones sobre los factores en los que se basa la dificultad de esta carrera en un vago intento por mostrar interés en el tema. Afirman que el reto de la carrera de arquitectura recae únicamente en la desmesurada absorción del tiempo como consecuencia de hacer meticulosas maquetas y detallados planos. Suponen que es una tarea fácil sin mayor requisito que el de saber dibujar y estar dispuesto sacrificar gran parte de tus horas de sueño. En otras palabras, si se trabaja el tiempo suficiente se obtendrá un buen resultado. Este tipo de prejuicios son los culpables de la incursión de personas no calificadas en el campo de la arquitectura que a menudo tiene consecuencias desastrosas. Por lo anterior cuando me veo en esta situación yo contesto, de manera quizás un poco arrogante, que es necesario ser muy inteligente para hacer arquitectura. Para mí la arquitectura es una oportunidad de hacer una síntesis de todo lo que conozco del mundo y de la forma en que vivimos y de aquellas cosas que aun estoy por aprender. Decia Antonio gaudí que : «el arquitecto es el hombre sintético, el que es capaz de ver las cosas en conjunto antes de que estén hechas» Pienso que el proceso intelectual que conlleva relacionar múltiples conocimientos de campos completamente ajenos para a partir de eso producir un objeto de diseño es sumamente complejo. Además la inherente transformación y adaptación de nuestra metodología para abordar un problema como consecuencia de que cada proyecto es distinto vuelve a nuestra tarea un desafío renovable. No existe un libro para hacer buena arquitectura, ni una receta para tener éxito en un proyecto, de modo que nuestro quehacer demanda una gran capacidad inventiva, de solución de problemas, y de manejo de crisis. De todos los meritos que tiene el hacer arquitectura creo que las horas de sueño sacrificadas son el menos importante. Pensar que los son sería marxista, por que el valor de nuestra tarea no está en la prolongación de las jornadas sino en nuestro aporte al mundo gracias a nuestro intelecto. La arquitectura es síntesis, y en ocasiones puede ser arte.
Recuerdo que en tercer semestre de la carrera tenía muy claro que lo que yo quería hacer de mi arquitectura una forma de arte, un medio de expresión cargado de simbolismo en el que el significado fuera reconocible al habitar una obra y ubicarla en su contexto en el tiempo y espacio. Fue por ello que cuando más tarde estudié la corriente artística de principios del siglo XX conocida como expresionismo desarrollé una fascinación inmediata por esta tendencia que en el panorama de la arquitectura contemporánea, por causa de la imprescindible diagramización de un requisitado proceso racional, ha perdido vigencia absoluta. En el expresionismo se promueve la subordinación de la forma y espacio ante la capacidad comunicativa de la obra, dejando en un segundo plano características que comúnmente son asociadas con la buena arquitectura como la habitabilidad, la funcionalidad y el confort. Hoy creo que un expresionismo radical, conlleva a un grado de maquiaveleidad en el que el usuario puede ser el mayor afectado por esta poca consideración por su bienestar.
de izquierda a derecha: 1. «The Houling» oleo sobre tela, 1893. Edvard Munch. fuente: blogs.20minutos.es 2. «Das Cabinet des Dr. Caligari» 1920,Robert Wiene. Still-shots fuentes: www.usesoapfilm.files.wordpress.com www.traces.org/programs.html
Nunca tuve mucho éxito con los correctores de los talleres al plantearles estas ideas de significados ocultos en la arquitectura como partes torales de los conceptos arquitectónicos que proponía. Pareciese que la expresión artística en la arquitectura no es material apto para la discusión cuando se trabaja en equipo pues es en verdad algo muy íntimo que puede demeritarse hasta el ridículo cuando se descontextualiza. Si lo que se desea expresar con una obra artística de cualquier tipo pudiera darse a entender en una plática informal, entonces no habría razón válida para hacer arte. No habría necesidad de pintar cuadros o escribir libros de miles de páginas. Es poco deseable compartir el arte cuando se encuentra en proceso de desarrollo, y por ello ha sido algo difícil de explotar para mí en los proyectos académicos en los que he participado. Hoy pienso que no toda lo arquitectura es arte, y que no toda la construcción es arquitectura.
Eric Mendelsohn, 1887-1953. Imágenes arquitectónicas. fuente: rapulopulo.blogspot.com
Cada vez percibo más a la arquitectura como un trabajo de equipo en el que la pluralidad resulta en mejores y más nutridos resultados, en el que el papel del arquitecto como mente maestra detrás de un genial diseño ha perdido toda vigencia. Por ello el arte en la arquitectura también ha perdido vigencia, ya que el problema no surge solo del racionalismo , sino principalmente del modo de hacer arquitectura que hoy buscar ser cada vez mas colaborativo y multidisciplinario.
Es importante también mencionar que uno de los cambios que más han repercutido en nuestra forma de hacer arquitectura es nuestra forma de conocerla. Gracias a la Internet la evolución de la arquitectura está sucediendo a un ritmo sumamente acelerado en el que cada vez es más prescindible la construcción de una obra para que esta adquiera cierta relevancia y proyección internacional. Gracias a la gran disponibilidad de imágenes tridimensionales de proyectos a futuro, la arquitectura más vigente a la que se puede acceder en la red en la actualidad solo se encuentra en renders que son publicados en su mayoría a través de blogs. Entonces en consecuencia de lo anterior, años después cuando se termina la construcción de la obra esta parece empezar a perder vigencia pues lo más nuevo es lo que ahora se está publicando en la web.
Blogs de arquitectura. fuentes: www.archidose.blogspot.com, www.an-architecture.com, architechnophilia.blogspot.com, www.pruned.blogspot.com, www.archdaily.com, www.dezeen.com, www.plataformaarquitectura.cl
La arquitectura en la contemporaneidad es tan diversa y multifacética que cada vez es más limitada nuestra capacidad de asombro. Después de haber pasado por el revolucionario surgimiento del modernismo hemos arribado a un punto en el que las tendencias son tan diversas que resulta difícil establecer un mainstream o tendencia global pues se encuentran frente a una gran apertura crítica y accesibilidad a la información producto de las nuevas tecnologías comunicativas. Es también en este contexto en el que el acto de habitar una obra para realmente evaluarla, parece cada vez menos valorado. Surge entonces la pregunta, ¿Cómo se va a entender el arte en una obra si no es primero habitada? ¿A través de diagramas explicativos? La idea parece tan ridícula que de hacerse demeritaría por completo una obra que se jactase de ser arte. Frank Zappa decía: «Escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura¨. El arte, no es diagramable. Peter Zumthor dice en su libro Pensar la arquitectura que hacer esto : «…nos ayuda a no enamoramos de la calidad gráfica de nuestros dibujos y a no confundirla con lo que constituye realmente una cualidad arquitectónica». En este sentido quisiera reubicar la escencia de sus palabras y decir que un claro proceso arquitectónico hermosamente ilustrado, no garantiza un buen resultado.
Stretch metal housing, diagramas. BIG. fuente www.big.dk
Lo cierto es cada vez más es demandada una explicación que ilustre el proceso de diseño y vuelva más accesible la obra en el marco de este caleidoscopio de ideologías arquitectónicas.
Lo cierto es, que cada vez se exige más lo digerido e inmediato por una indisponibilidad a participar en lo reflexionado y sutil.
«El arte jamás ha de intentar ser popular. El público es el que ha de intentar ser artista.»
Oscar Wilde
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