El muro exterior arranca en la cimentación y asciende hasta la planta 26, a unos 110mts sobre la vertical de la calle. La súper pared presenta de entrada una singularidad determinante este planteamiento del proyecto arquitectónico a la hora de diseñar las aberturas necesarias en cualquier paramento para satisfacer las necesidades de los espacios interiores. El muro en cuestión contempla una retícula teórica, de módulo cercano a los 92.5cm por 92.5cm, que cubre toda la fachada; sujeto siempre a esta retícula se disponen las aberturas de un modo aparentemente aleatorio. Es este hecho el que obliga a que el perímetro exterior sea un gran muro de carga de hormigón armado, ya que no permite el planteamiento de pórtico alguno, o siquiera el transito vertical de la carga hasta la cimentación, resultando por tanto que se proyecta un muro de concreto armado in situ que contempla las oquedades del diseño.