Puedo decir que el edificio del la Fundación Pilar y Joan Miró diseñado por el arquitecto Rafael Moneo, logra de manera simbólica y funcional su fin.
Una de las principales intenciones se cumple, lograr un tejido entre los edificios, con el estudio del pintor, los jardines y el edificio de Moneo, de tal manera que la vista al mar también formara parte integral del conjunto y de la experiencia del visitante. El arquitecto Moneo logra rescatar el espacio mal utilizado emplazando ahí su edificio. El edificio responde magníficamente a la topografía, teniendo un acceso principal por la parte superior del edificio y otro en un nivel inferior por los jardines, respondiendo al nivel de las calles. La decisión del arquitecto en la disposición del edificio abriéndose hacia el mar origina el aprovechamiento de las mejores vistas del lugar. así podemos observar que el estudio del contexto y su relación con los espacios fue tomada.
La forma de accesar al conjunto aunque un poco confusa, responde a un recorrido que te permite tener una transición gradual hacia el interior, promoviendo un mejor apreciación de la obra arquitectónica, pictórica y escultórica.
El programa arquitectónico además de satisfacer las necesidades planteadas por el pintor logra responder al sitio a un nivel físico y simbólico. El edificio esta pensado para el clima del lugar emplazando las áreas que necesitan protección de la luz hacia el norte, protegidas por un muro totalmente cerrado y las circulaciones al sur con una serie de celosías que permiten generar un microclima, entre otros aspectos. Por consiguiente, la estructura hecha de concreto blanco colado responde a las formas elegidas por el arquitecto y al clima.
La galería principal, espacio que caracteriza al conjunto, responde a una forma zigzagueante que va al encuentro con la topografía, que al mismo tiempo que incrementa el área de exposición permite diferentes intensidades de luz. El ambiente que se crea mediante recorridos, vistas, diferencias de altura, intensidades de luz recrea el carácter y estilo del artista.
Los materiales corresponden a una paleta de tonos y a razones constructivas y simbólicas. Creo que el elemento principal del conjunto es el agua, ya que aparte de formar parte de la paleta de materiales y aislar del clima extremo a la obra, le da vida al conjunto creando diferentes texturas, reflejos, y ambientes dependiendo la hora del día y la época del año.
Puedo concluir que la arquitectura de Moneo, en este caso, supo responder a las necesidades y que al mismo tiempo supo traducir en arquitectura lo que hoy conocemos como Joan Miró.
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