La casa orgánica es una pequeña construcción que cuenta con 160 m2 de superficie. Según palabras del arquitecto Senosiain, la casa surge de la idea de una cáscara de cacahuate: dos amplios espacios ovales con mucha luz, unidos por un espacio en penumbras bajo y estrecho.
La propuesta surge a partir de un estudio sobre las necesidades del hombre; teniendo como único usuario al propio arquitecto, el programa de la casa no es nada extenso, pero sí bien resuelto. La casa cuenta con un espacio para convivir, con estancia, comedor y cocina y otro para dormir, con vestidor y baño.
La idea del arquitecto es que en cada uno de los espacios ovales se realicen actividades diferentes, dividiendo así el programa de la casa en un espacio diurno y otro nocturno.