En una ciudad cada vez más densa, como Chicago, las vistas de una nueva torre deben ser negociadas entre los edificios existentes a su alrededor. Aqua Tower considera criterios tales como las vistas, el asoleamiento y la función de obtener un sistema vertical de diferentes contornos que da la estructura su forma escultórica.
Su topografía vertical se define por sus terrazas al aire libre que cambian en cada planta a lo largo de la torre. Estas terrazas ofrecen una fuerte conexión con el exterior y permiten a los usuarios ocupar tanto la fachada del edificio, como vivir la ciudad de forma simultánea.
El resultado es un edificio escultural cuando se ve de forma oblicua, que se transforma en un prisma rectangular muy delgado cuando se observa a lo lejos.
Los balcones ondulantes y que en las esquinas se continúan formando grandes terrazas, permiten vistas de puntos clave en Chicago y que se encuentran hasta a 5 millas de distancia. A continuación un esquema de dichas vistas:
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