El modernismo en México es una etapa en las corrientes artísticas que tiene un gran auge debido a que encuentra en el perfil cultural mexicano una vasta oportunidad de creatividad. Son tiempos de grandes cambios alrededor del mundo. Las nuevas corrientes de pensamiento, en conjunción con el contexto histórico que se vivía, tanto en los ámbitos políticos, sociales, económicos, etc. dieron como resultado movimientos vanguardistas muy particulares en México. Las tendencias en la arquitectura, en particular en Europa y Estados Unidos, sufrieron una revolución a principios del siglo XX, tiempo conocido históricamente como el período entre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Estas nuevas ideas, tienen gran influencia en el quehacer arquitectónico en México, y son los grandes arquitectos de estos tiempos los que tienen contacto de una u otra manera con estas tendencias por lo que se genera una arquitectura basada en principios dictaminados por estas corrientes. Sin embargo se da un sincretismo con el regionalismo mexicano, expresado fundamentalmente en el uso de materiales propios de la región, así como el uso de simbolismos culturales como son los de origen prehispánico. Los arquitectos más importantes en México, sin duda alguna desarrollaron arquitectura en estos primeros años de la década de los 90. Una de las grandes obras que se desarrollaron en México en este período moderno, y que es encabezado entre otros por Luis Barragán, es la urbanización de Pedregal de San Ángel. Consecuentemente, arquitectos como Francisco Artigas intervienen este lugar único en su tipo por su especial topografía, con obras que guardan una gran carga estética basada en las obras más destacadas del Modernismo europeo.
( Ver http://www.pastranec.net/arte/sigloxx/racionalismo.htm)
En el caso de la Casa Chávez Peón, obra de Artigas en el Pedregal, se demuestra un gran interés por mantener trazos ortogonales en la edificación, así como la idea de conectar el exterior con el interior del edificio produciendo este sentido de atemporalidad espacial. Estas tendencias se repiten constantemente en las obras que realiza Artigas en Pedregal, y que tienen como fuente de inspiración obras como el Pabellón de Barcelona de Mies Van de Rohe. Y habrá que decir que esta línea de diseño tomada por Artigas para casas como la Residencia Chávez Peón, conjugan armoniosamente con el contexto. A pesar de componerse de líneas sencillas y limpias que rompen con un paisaje sinuoso de piedra volcánica, éstas no agreden al asentarse en el terreno, tal que la casa flota en varios puntos de la construcción. (ver Estructura).
La composición escenográfica del lugar es muy atractiva y singular, de tal modo que le da “personalidad” a la obra. El empleo de los materiales en la edificación está bien pensada, de modo que éstos se adaptan a su función aportando sus características físicas. (ver Materiales). Usando el elemento natural del sitio que es la piedra volcánica como material constructivo le da cierto mimetismo a la obra, lo que expresa una verdadera preocupación por adaptar el objeto arquitectónico a su sitio, al mismo tiempo que se reducen costos en la construcción por el uso del abundante material de la región.
Esta casa construida hace 60 años sigue en uso a pesar de haber sufrido alteraciones. Esto nos habla que es una casa confortable para el usuario y que tiene cierto valor arquitectónico; en fin que ha cumplido con su función correctamente. La funcionalidad con la que fueron diseñados los espacios es acertada, debido a su simplicidad compositiva. La casa se recorre sobre un mismo eje biaxial y sobre un mismo nivel. (ver Programa). La comunicación entre los espacios es fluida, aunque su jerarquía está determinada por su zonificación que les otorga independencia, por ejemplo, los espacios privados se separan adecuadamente de los servicios.
En conclusión, la Casa Chávez Peón dejó una pequeña huella en la arquitectura modernista de México al haber sido diseñada por un maestro de la tecnología produciendo un objeto innovador. A pesar de no tener gran trascendencia, su existencia cobra importancia al analizar temas como la Corriente Modernista en la arquitectura y su conjunción con el Regionalismo, o el tema sobre la evolución del proyecto de Pedregal de San Ángel que nace con el reconocido artífice Luis Barragán, y el cual describe:
FOTO: Las casas del Pedregal,1947-1968 /Alfonso Pérez-Méndez y Alejandro Aptilon ; con la colaboración de Georgina Ariza ; fotografías de Luis Gordoa. Barcelona: Gustavo Gili, 2007.“En una vasta extensión de lava al sur de la Ciudad de México me propuse, arrobado por la belleza de ese antiguo paisaje volcánico, realizar algunos jardines que humanizaran, sin destruir, tan maravilloso espectáculo”.
Un paisaje diferente y exótico. Algo que era considerado como terrenos muertos y sin ningún uso se convierten en paisajes exóticos y además humanizados.
Sin duda, se requería de una mente capaz de percibir las virtudes que el terreno ofrecía y poder sacarle el mejor provecho a esta condicionante. Y así es como Francisco Artigas concibe una de sus más sobresalientes obras: la Casa Chávez Peón. ( ver Convertir el Problema en virtud). La buena arquitectura sobresale principalmente por su originalidad, siguiendo de una relación entre belleza y funcionalidad.
Artigas no inventa un estilo arquitectónico, sin embargo hay una gran aportación en técnica constructiva debido a la adaptación de una forma arquitectónica determinada a un complejo tipo de terreno. Esto es un gran avance y se realiza en México. Esto es lo que realmente representa para la Arquitectura la Casa Chávez Peón.