«El objetivo final de toda actividad figurativa
es la obra. Los arquitectos, escultores y
pintores tenemos que volver a la artesanía».
Walter Gropius
Según su definición, diseño es la actividad creativa y técnica encaminada a idear objetos útiles y estéticos que puedan llegar a producirse. Hoy en día, hemos aprendido a vivir con el diseño alrededor de todos o prácticamente en todos los objetos que utilizamos. Pero no siempre fue así. Dejó de sorprendernos que una cosa responda a una función pero también a una estética de manera simultánea. Lo raro ya no es que una cosa tenga diseño sino que no lo tenga. Pero ¿cuándo empezaron a diseñarlo todo? ¿cuándo diseñar se convirtió en una profesión?
La Bauhaus fue la más importante escuela de diseño, arte y arquitectura desde principios hasta mediados del Siglo XX y su influencia nos afecta todavía, la Bauhaus sigue presente. Fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar, Alemania y cerrada en 1933, la “casa de la construcción”, proponía una reforma en las enseñanzas artísticas: talleres de ebanistería, diseño, teatro, cerámica, tejido, encuadernación o vidriería. Pero no de pintura y escultura en el sentido tradicional. Así los estudiantes de la Bauhaus saldrían sabiendo dibujar, modelar, fotografiar o diseñar muebles.
Imágenes. (Talleres de la Bauhaus).
El diseño gráfico y el diseño industrial no existían como los conocemos hoy, como los concibió la Bauhaus.
Pero, ¿Qué implicaciones tiene crear una escuela como la Bauhaus? ¿Podría una escuela así funcionar dentro de cualquier contexto? ¿En México, qué pasaría si se intentara una escuela con las características que tuvo la Bauhaus?
Hasta ahora, solo hemos hablado de la Bauhaus como una escuela de diseño, pero esta escuela fue más. La fundación de la Bauhaus se produjo en un momento de crisis del pensamiento moderno y la racionalidad técnica particularmente en Alemania. La escuela se involucraba también en aspectos políticos, sociales o educativos, criticaba, se comprometía, y pronto empezó a tener problemas con políticos y adquirió una reputación de subversiva.
Pero pese a los problemas, la Bauhaus no se detuvo, al contrario, empezó a producir dentro de sus talleres, una gran cantidad de objetos y un catálogo. Para cuando el gobierno amenzó con retirar su apoyo la escuela ya era capaz de autofinanciarse mediante la venta de los objetos producidos.
Imagen. (Estudiantes de la Bauhaus).
Resulta difícil, casi imposible, imaginar que un gobierno de principios del siglo XX en México (pocos años después de la Revolución Mexicana) hubiera permitido una escuela autónoma, que se metía en asuntos del gobierno y que criticaba sus acciones. Incluso hoy, aún cuando se supone que existe una libertad de expresión y una apertura, sería difícil una escuela así. Sería interesante saber, qué pesaría más: la ventaja de una escuela de diseño que experimentara y generara o la inconveniencia de una escuela que criticara y que se involucrara política y socialmente.
Aún sabiendo esto, no podemos ignorar el hecho de que la Bauhaus ha sido la única escuela con métodos de enseñanza distintos. ¿Qué impacto provocaron los métodos de la Bauhaus? ¿Cómo es que la Bauhaus logró trascender más allá de sus obras e influenciar el pensamiento de toda una corriente arquitectónica que aún hoy está vigente?
Ya anteriormente, se mencionó que la Bauhaus era una escuela diferente. Pero estas diferencias no van solo en el ámbito de sus intromisiones políticas y sociales. La escuela también fue diferente en sus métodos.
La enseñanza en la Bauhaus se basaba en talleres, en materiales nuevos y en experimentar con ellos.
Los primeros seis meses dentro de la Escuela, los alumnos experimentaban y descubrían sus preferencias. Trabajaban con piedra, madera, metal, barro, vidrio, colorantes y tejidos. Los siguientes tres años, recibían instrucción práctica dentro de talleres y terminaban con un examen de artistas.
Imágenes. (Materiales de experimentación: colores, madera, piedra, vidrio).
Los alumnos más destacados eran seleccionados para recibir cursos prácticos dentro de fábricas y obtenían el título de arquitecto.
Al recibir una formación como la que Bauhaus ofrecía, sus alumnos desarrollan la capacidad de crear, de experimentar, así como un conocimiento profundo de los materiales. No los incitaban a copiar sino a innovar. Actualmente, ninguna escuela de arquitectura en México ofrece una experiencia como esa, no existen talleres más allá de proyectos o construcción. No hay talleres de metal, madera, telas o colores.
Ni siquiera la Bauhaus pudo mantener ese sistema durante toda su existencia. Las críticas que recibieron fueron demasiadas y para cuando la carrera de arquitectura se instituyó a un nivel profesional ya habían removido del plan de estudios el curso introductorio de experimentación y habían decidido enfocarse en materias como proyectos, construcción, urbanismo y representación gráfica de planos.
Pese a su desaparición, al parecer fue suficiente con unos cuantos años de los talleres que propusó Bauhaus pues de ahí salieron artistas que cambiaron el rumbo. En arquitectura, se sentaron las bases de la arquitectura moderna que aún hoy está vigente. Los ex alumnos y ex profesores de la Bauhaus se repartieron por el mundo y aún hoy profesionistas influenciados por ellos dirigen algunas de las escuelas de Arquitectura más importantes. Setenta y cinco años después, sus conceptos aún se aplican: jerarquías, modulaciones, proporciones, etc.
Imágenes. (Gropius, maestro en Harvard y Mies van der Rohe, director de la Escuela de Chicago).
Finalmente, creo que 75 años después, todavía hay muchos lugares del mundo que no están listos para una escuela como fue la Bauhaus.
Podemos entonces decir, en un sentido literal, que las cosas hoy no serían iguales sin la existencia de la Bauhaus que cambió la forma de concebir tanto en arquitectura como en diseño.
Y que aún cuando también optó por participar activamente contra lo que consideraba injusto, por conformar una pequeña comunidad de jóvenes e intentar nuevas formas de convivencia; fue más su legado positivo, sus enseñanzas que siguen vigentes. Sus influencias que aún son la base de la corriente arquitectónica vigente.