Hoy en día con el aumento de los precios en muchos productos, el cambio climático y muchos problemas más, tenemos que ser más conscientes en nuestro modo de lo que podemos aportar al mundo y tener en cuenta lo que podríamos aportar del sistema escandinavo.
Si aceptamos que el automóvil ya no es el sistema más eficaz de ir un lugar a otro, y que si podemos plantear al espacio publico como punto de partido en el que conectemos transporte público, caminos peatonales o de bicicleta, pero lo que realmente importa es que estos tengan una coherencia de diseño, no solamente que fuesen estéticos que solo se usen de fin de semana, si no funcionales para el diario.
Ahora también tenemos que tomar en cuenta la presencia de la naturaleza en la ciudad, que se tiene que ir adaptando a su ritmo, que su crecimiento esta condicionado por nosotros, pues somos los que ponemos su límites y fronteras.
Pero como podemos ir moviendo esos límites; tal vez será necesario primero ver lo del transporte público, por que garantiza la movilidad a todos los sectores de la población, distancias más largas que serían imposibles de ir en bicicleta o a pie en la ciudad, aunque el objetivo sería tratar de incluir estas opciones. Por ello es necesario el rediseño del espacio público, mejorando las condiciones funcionales y el paisaje urbano que va generando.
Cuesta trabajo entender a una sociedad tan diferente a la de nosotros, que una gran cantidad de personas están forzadas a la inmovilidad por razón de muchos obstáculos que hay, pero no solamente para pasear, sino su acontecer de la vida diaria .
Simultáneamente, la sociedad se mueve cada vez mas rápido, la inmovilidad cuesta dinero, tiempo, trabajo y sobre todo la calidad de vida. Tal vez sea muy difícil adaptarnos a un modelo escandinavo, pero podríamos ir empezando con algún sistema que fuera el detonador de un proyecto.