Cuando hablamos de diseñar una ciudad; en primera instancia, debemos estar conscientes de lo que entendemos por ciudad. Una ciudad es un organismo vivo; que como tal, está compuesto por elementos individuales que conforman una estructura organizada pero compleja. En ella intervienen sistemas de comunicación, que se relacionan con su entorno en un constante intercambio de energía de una forma ordenada. Como tal debe ser capaz de desempeñar las funciones básicas de la vida que son la nutrición, el crecimiento, la relación y la reproducción. Y deben funcionar por si mismos sin perder su nivel estructural hasta la muerte.
Es por ello, que las características básicas de una ciudad recaen en la capacidad de poder ser autosuficientes respecto al medio ambiente, crecer en tamaño y servicios, relacionarse con ciudades aledañas y reconocer su límite de tal forma que propongan crear nuevas ciudades en la periferia de la misma.
En el momento que un urbanista planea hacer ciudad, no sólo esta buscando resguardar y organizar a un cierto número de personas para que puedan realizar sus actividades. Está buscando crear esta compleja interfaz en la que puedan interactuar de la manera más óptima tanto el usuario como el espacio destinado para dicha actividad.
Es por ello que antes de comenzar a diseñar requiere de un profundo análisis tanto social como geográfico – ambiental. Con ello podrá determinar lo qué quiere producir mediante el conocimiento de en dónde y para quién. Una vez analizados ambos, podrá recurrir a los elementos urbanos para poder diseñar.
Los ámbitos básicos a servir en una ciudad recaen en:
La vivienda – colonia – barrio – conjunto habitacional – vecindad
El servicio – oficinas – fábricas – áreas industriales
El comercio – aduana – mercado – centro de comercio
El descanso – espacios de entretenimiento – espacios de recreación – plazas
Los elementos para poder diseñar una ciudad recaen en:
Traza urbana – circulación – transporte
Áreas verdes – parques – bosques
A grandes rasgos tendiendo en cuenta estos elementos un urbanista puede lograr grandes resultados; en cuanto proyecto y propuesta de ciudad se refiere.Pero el urbanista no debe olvidar que estamos en un mundo cambiante; tanto de ideología como de forma de vida. Por ello la gran disyuntiva aparece en cuanto ponemos en práctica el funcionamiento de los elementos arriba mencionados junto con el lugar y el usuario. Es decir, cuando nace la ciudad. En un ser vivo, las células y moléculas nacen con una serie de instrucciones internas las cuales les determinan su función dentro de éste ser.
Este es un factor que el urbanista no puede predecir en su totalidad; es por ello que el urbanista no puede trabajar sólo; debe hacerlo en conjunto tanto con la parte gobernante como con la gente en general. Creo que el éxito de una ciudad no sólo recae en un excelente plan urbano, claro es que significa uno de los principales pilares de la misma; el éxito recae en la óptima interacción de las partes.
En lo personal creo que cualquier instancia urbanística debe trabajar de la mano tanto con la sociología, la psicología y la economía.