Oslo es la capital de Noruega. La población que en ella reside es poco más del 11% de la total de aquel país, siendo el total de esta, contando la de toda el área metropolitana, 1,1millones de habitantes. Su superficie total es de 454 km2. De estos, 115 km2 son urbanos, 7 km2 son rurales y los espacios abiertos suman un total de 22 km2. (Fuente: Wikipedia)
Oslo es una ciudad rica en cuanto a naturaleza y cultura nos referimos. Los ruidos de tráfico y caos son casi inexistentes. Las aguas del fiordo rodean su limites hacia el sur, y en la parte norte grandes montañas contienen los limites visuales. En cuanto a museos, festivales, exposiciones y demás, Oslo es la ciudad perfecta para encontrar todo tipo de atracciones referentes a esto.
Los orígenes de Oslo remontan al siglo VIII, cuando los Vikingos se asentaron en ese espacio. Protegido por las montañas y abierto hacia el fiordo, fue el lugar perfecto para cultivar, llevar a cambio intercambios comerciales y construir de barcos. Paulatinamente, Oslo creció hasta convertirse en la capital de Noruega hacia el siglo XIII, bajo el reino de Håkon V. Sin embargo, en el año 1624 un incendio destruyo la ciudad. Fue el rey Cristian IV quien la reconstruyo bajo su mandato, y la llamo ahora Cristiana. Fue hasta 1924, cuando se festejaban los 300 años de la nueva ciudad, que el territorio recupero su antiguo nombre, Oslo.
(Fuente: http://members.virtualtourist.com/m/44143/3462a/)
Serán acaso estos factores los determinantes de la situación actual de esta ciudad. Naturaleza, cultura, historia y tradición son unas cuantas palabras con las que pudiésemos describir la situación actual de Oslo. Con sus grandes parques escultóricos (Vigeland), los museos que recuerdan a sus grandes artistas (Museo Edvard Munch) y los tantos espacios verdes, Oslo es la ciudad ideal para llevar a cabo una vida de aprendizaje y diversión.