La creación no aparece, es producto de la experimentación. Cuando un arquitecto se propone experimentar, decide proponer nuevas técnicas, formas o lo que desee crear. El experimento se convierte en la base de la creación, se convierte en la intensión de proponer, de innovar y de llegar más lejos. Los mejores inventos provienen de las ideas más utópicas, y si una idea no es lo suficientemente desquiciada, no vale la pena el intentar probarla.
Aalto crea en Muuratsala su casa experimental, ya que no hay mejor manera de experimentar que en una construcción que simplemente no se ve limitada por las ideas de los demás, uno llega hasta donde el cliente lo decide, pero cuando uno corre con la oportunidad de ser el propio cliente, puede darse el lujo de llegar hasta donde lo decida, y si uno es lo suficientemente libre y utópico, lo mas seguro es que llegue muy lejos.
La casa de verano prueba las cimentaciones existentes y propone un sistema de equilibrio, prueba diferentes materiales en cuanto a su capacidad de generar formas diferentes a sus cualidades formales principales, prueba materiales y los confronta unos con otros, de tal suerte que puedan ser comparados a través del tiempo, prueba orientaciones y tiene éxito.
El ser reconocido como uno de los mejores arquitectos va en base a su capacidad de ver mas allá de lo creado, de su capacidad de querer llegar más lejos de lo existente, la experimentación permite llegar a la innovación, la prueba y error son parte de la misma, pero el aprender de los experimentos, unos tras otros, es lo que le permitió ser reconocido por su manera de proyectar. La casa de Muuratsalo es uno de sus mejores ejemplos en cuanto a su capacidad para desarrollar: el que pasaría si……
Es difícil generar arquitectura innovadora si uno se limita a lo existente, si no genera ideas utópicas, desquiciadas, irreales e irracionales, por las que valga la pena arriesgar algo más. Que pasaría si no se hubiera propuesto un Guggenheim con cubierta de titanio, un pabellón a base de pequeñas columnas metálicas y muros de mármol, una escalera sin barandal, la mayor parte de la arquitectura revolucionaria proviene de estas ideas. Las cuales fueron parte de un proceso experimental. Es lo que cabe destacar de arquitectos revolucionarios como Aalto, gracias a estas posturas merece la pena pensar en que hay mas que crear y si no, al menos caer en el intento y levantarnos a pensarlo otra vez.