El proyecto muestra un claro esquema radial, sin embargo esto no es meramente accidental ni mucho menos un capricho del arquitecto. La primera razón por la que es así es la pendiente del terreno y por tanto el aprovechamiento de mejores vistas. Visto en planta pareciera que la curvatura de la fachada norte se mimetiza con la curvas de nivel que el terreno presenta. Otra de la razones y posiblemente la más importante a nivel de funcionamiento, es la orientación y aprovechamiento de la luz del norte. La biblioteca se abre hacia el nor.-este dejando en esta fachada todas sus entradas de luz de forma controlada mediante cancelerías, esto se debe a las bajas temperaturas que se presentan en invierno. La cancelería esta diseñada de tal modo que la luz no daña los libros ubicados en los estantes, ni afecta la visibilidad para la lectura o el trabajo de cualquier usuario dentro de las áreas preestablecidas para lo mismo.
Por otro lado el proyecto parece responder, de dos maneras, a un reconocimiento hacia los edificios que ya se encontraban en el sitio, una mediante el uso de materiales iguales en algunas partes como su fachada sur que genera el patio interno, y la segunda haciendo crecer el proyecto hacia abajo para no tener un protagonismo frente al resto de los edificios que conforman esta abadía.
La estructura del edificio es de concreto, con trabes, muros de contención y columnas ya que si se hubieran empleado muros de carga no se habrían podido aprovechar los espacios radialmente. La techumbre muestra una perforación que permite entrar la luz cenital del sur que ilumina sus circulaciones verticales y una serié de escritorios para la consulta de libros.
El área administrativa se encuentra en la parte frontal del edificio, y esta conectada mediante una serie de circulaciones verticales a sus lados.