En el verano de 1955 Aalto visita Venecia para la construcción de su pabellón y coincide con Louis Carré el cual estaba atendiendo sus negocios sobre obras de arte. Es aquí donde discuten acerca del proyecto de la Villa. Posteriormente Carré visita Finlandia para conocer la Villa Mairea y queda admirado del trabajo de Aalto en aquél lugar.
Es aquí en donde le encarga el proyecto se su casa en Bazoches-sur-Guyonne, Francia. Lugar de campo que queda a 20km de París.
En aquella época Alvar Aalto era considerado un gran integrante dentro del Movimiento Moderno, pero a su vez se dice que la obra de Aalto carece de racionalidad, que no atiende a los problemas sociales industriales de las masas, es importante contemplar la obra bajo este contexto histórico para entender la individualidad del arquitecto en sus obras.
El nuevo proyecto debería de cumplir con la función de exhibir obra de arte para algunos clientes de Carré, pero sin perder el carácter residencial es decir, que no pareciera galería de arte.
El diseño de modernidad y confort ambiental compite con el de la Villa Mairea.
El encargo iba más allá de un diseño arquitectónico, Aalto debía diseñar un mobiliario de lo más exclusivo posible, además de la arquitectura de paisaje donde logra integrarse perfectamente tanto a la topografía accidentada del terreno como a su entorno. Una constante dentro de su obra son los perfiles curvos, evitando así la excesiva regularidad o repetición, distorsionando las formas rectangulares y el uso de trazados en diagonal, creando formas orgánicas sin caer en la imitación literal de la naturaleza, esto lo podemos ver en el plafón interior elaborado en madera. Asimismo la casa cuenta con diversidad y riqueza sensorial mediante el uso de texturas, ritmos y variaciones de los materiales. El ladrillo blanco domina en la obra el cual fue experimentado por primera vez en Muuratsalo posteriormente lo repite en la Villa Mairea y después en la Maison Carré donde llega al máximo con la experimentación de este material y lo mezcla con piedra caliza de la zona la cual es aplicada en la base y muros inferiores.
La vivienda representó para Aalto un campo en el que transforma los métodos formales en sutiles innovaciones tipológicas.
En el caso del diseño de interiores de la Maison Carré aplica elementos que utiliza, por ejemplo en la Villa Mairea, pero dotándolos de características diferentes.
En la Maison Carré, la arquitectura cambia casi en cada punto atendiendo a las necesidades del entorno, combinando la vivienda y la galería de arte sin que se percibiera como una exposición.
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El diseño del mobiliario es un elemento muy importante dentro de la obra de Aalto, ya que no se limita exclusivamente al diseño arquitectónico y de paisaje. En su interior diseña lámparas, sillas y mesas, mostrando nuevamente la línea ondulada característica importante dentro de su obra.