“La experimentación, el cálculo y el utilitarismo nos alejan de la filosofía que propone el juego, debemos pensar más en el juego cuando construimos la ciudad. Debemos meter el trabajo experimental en la mentalidad lúdica y viceversa”
Alvar Aalto
Tendemos al método científico, tendemos a probar los que creemos, y a darnos cuenta si funciona lo propuesto, pero ¿Qué tan seguido hacemos esto en la arquitectura? ¿Cada cuanto decidimos poner a prueba nuevos mecanismos en las construcciones? No muy continuamente, en realidad el arquitecto es mucha mas dado a aplicar modelos que ya han sido comprobados como útiles y que no tienden a fallar. La prueba y error no tienen cabida en un mundo donde no se puede tirar el dinero a la basura, donde un experimento mal logrado tiene mayores consecuencias,, pero los grandes arquitectos han experimentado con sus casas, con los espacios que son para ellos y al que no hay que rendirle cuentas, como es el caso de la casa experimental de Alvar Aalto en Muuratsalo, su casa de veraneo, donde decidió poner a prueba una gran cantidad de teorías, desde lo más estético, hasta lo más estructural como son los cimientos.
La casa de Verano de Alvar Aalto cuenta con una organización muy sencilla, es una distribución en forma de “L” muy común en la época modernista, tiene la gran virtud que este tipo de distribución permite el abrirse o cerrarse hacia las orientaciones de una manera muy eficiente, y en el caso de una residencia en Finlandia, este es uno de los aspectos más importantes. Logra el abrir el acceso hacia el sur y todo lo demás hacia el oeste, de tal forma que se logre la mayor cantidad de sol en las fachadas, así mismo divide el espacio en 9 partes iguales, 4 de los cuales están destinados al patio interior de la casa y los restantes al espacio habitable. El patio tiene una singularidad, que aparte de funcionar como vestíbulo para entrar a la casa y permitir la abertura del cuerpo que genera los mejores soleamientos, genera en el centro del mismo una chimenea al aire libre, un hogar, como lo utilizaban los griegos al centro de la casa, permitiendo que este le de calor a toda la residencia, así mismo lo utiliza Alvar Aalto en esta casa de veraneo.
La casa se encuentra dividida en dos zonas importantes, la primera, la zona pública, la cual está orientada hacia el sur y la zona privada, que se encuentra orientada hacia el este y oeste. La zona privada tiene la peculiaridad de generar vistas hacia el este, pero permitiendo una gran captación de energía térmica en la zona oeste, esto gracias al hogar que se encuentra en el patio y a la misma orientación. Mientras que la zona pública permite un gran acceso con él área de visitas y las circulaciones que conectan con el área privada, así mismo, ésta área cuenta con una gran apertura visual hacia el sur, ya que esto permite la mayor parte de soleamiento durante todo el día, así como el permitir una gran conexión con el exterior a través de estas grandes ventanas.
Los materiales que Aalto utiliza son de gran importancia para un clima de estas temperaturas, ya que la irradiancia que se presenta es muy poca y debe de ser captada la mayor cantidad de inercia térmica, lo cual logra con muros demasiado gruesos, los que hacen que el calor que ha sido almacenado durante el día no se pierda durante la noche.
Una vez logradas todas las características que le dan confort a una vivienda de este tipo, Aalto juega con la estética de la casa y con otros elementos construidos en las cercanías de la residencia. En cuanto a la estética, decide poner a prueba las losas, pero no solo en su ámbito constructivo, sino en su manera de colocarlas, inclinadas, generando zonas de mayor altura en la parte este y oeste, de tal forma que en la zona donde hay mayor altura, zona oeste, logra generar una doble altura, que es donde se encuentra el estar, y así crea un tapanco que funciona como estudio, pero lo mejor de este experimento es que al hacer el recorrido que nos pide el arquitecto al llegar a la isla a través de un bote, genera una imagen de una casa que aparentemente tiene tres pisos de altura, y una vez estando dentro de ella, nota que es mucho más pequeña de lo que parece.
A parte de las cubiertas encontramos la zona de experimentos de Aalto, que se encuentran un poco mas alejadas de casa como tal, y esto se puede dividir en cuatro partes, el primero es la casa de visitas, la cual la logra sin poner cimentación, esto gracias a que logra equilibrar dos zonas de la casa de visitas y a modo de sube y baja las mantiene en equilibrio. Otra parte fue aquella en donde pone a prueba materiales tan rígidos como lo es el tabique y genera un par de muros con curvatura, otra zona y tal vez de las más importantes es aquella donde logra generar un espacio libre de calefacción pero con una orientación y un estudio de distancias entre muros que permitieron generar un espacio que con la orientación logra un confort térmico muy difícil de generar en Finlandia.